El comienzo de un nuevo ciclo nos recuerda la decisión de adoptar hábitos para tener una vida más saludable. Una forma ideal de empezar es llevando a cabo prácticas de alimentación sanas. Esto ayuda a fortalecer el sistema inmunitario, prevenir los trastornos del estilo de vida, y disfrutar más del placer de la comida.

Sin embargo, lograr una vida más saludable puede ser una tarea difícil cuando no se tiene la orientación adecuada para asegurar una relación más sana con la comida y con los hábitos de cuidado personal.

Además, las soluciones o metas radicales pueden ser complicadas de cumplir y poco sostenibles, por ello plantearse pequeños cambios generalmente conduce a lograr mejores resultados de manera satisfactoria.